jueves, 18 de noviembre de 2010

TERCER MILITARISMO

1.       POR QUÉ UN NUEVO GOLPE MILITAR (*)

En octubre de 1929 se inicia, en Estados Unidos, una gran crisis del sistema capitalista que luego se extendería por todo el mundo. La causa de esta crisis fue la superproducción, hecho que generó la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York la cual trajo como consecuencia la quiebra de muchos bancos, la paralización industrial y el desempleo masivo.

Al quebrar el sistema bancario norteamericano, los préstamos cesaron y las empresas que funcionaban en el Perú con capital norteamericano redujeron sus actividades a gran escala. Como el Perú, durante la Patria Nueva estaba muy ligado al capitalismo norteamericano, esta crisis afectó gravemente nuestra economía dependiente, llevándola al colapso y, por consiguiente, se agudizaron las protestas populares, generando un mar de inestabilidad política, social y económica a fines del Oncenio. Cayó estrepitosamente el tirano Augusto B. Leguía y su gobierno, pero esto no sólo fue obra del militar que lo derrocó, en este caso Luís M. Sánchez Cerro, sino de la constante lucha del pueblo peruano contra el abuso de autoridad, la demagogia, la marginación y la explotación.

En este contexto, las luchas obreras en los centros mineros, campos petroleros y en las ciudades eran continuos; incluso se llegó a pensar en la intervención de fuerzas militares estadounidenses para defender el enclave de la Cerro de Pasco Minning Co. En la década del 30, el movimiento campesino de la sierra estaba en descenso; pero se reactivó, con fuerza, a partir de 1945.

Las clases dominantes (latifundistas, civilistas, etc.) incapaces de dirigir al Estado y la nación optan por apoyar un gobierno militar para que ellos repriman toda agitación social y así salvar el sistema y sus intereses. Surge entonces en el Perú el Tercer Militarismo que, según la “historia oficial”, culmina en 1939, pero el cual todavía seguirá en décadas posteriores, aunque en forma intermitente o encubierto tras gobiernos civiles, como sucedió, por ejemplo, con el primer gobierno de Belaúnde Terry.

2.       GOPE DE ESTADO Y JUNTA MILITAR (1930)

En agosto de 1930, con el respaldo de los terratenientes del sur y una facción civilista, el comandante Luis M. Sánchez Cerro se sublevó en Arequipa contra el desprestigiado gobierno dirigido por Leguía. Este golpe de Estado fue justificado con el Manifiesto de Arequipa, documento que ofrece la promesa de vivir en el respeto de la Constitución, de la ley y de hacer de la honradez un culto nacional. En una parte del Manifiesto, se lee lo siguiente:

“acabaremos para siempre con los peculados, las concesiones exclusivas, las malversaciones y las rapiñas encubiertas, porque la principal causa de nuestra actual crisis económica reside en la falta de pureza en la administración y de honradez con el manejo de los fondos físicos. En lo futuro, para ocupar puestos, será necesario que los ciudadanos declaren públicamente sus bienes; y proyectaremos leyes sobre la moralización de la renta privada, a fin de poder reprimir con mano férrea el robo en cualquier de sus formas”.

Estas palabras jamás se llegaron a cumplir por el gobierno militar de Luis M. Sánchez Cerro.

El autor de este manifiesto fue José Luis Bustamante y Rivero, miembro de la Junta de Gobierno en calidad de Secretario de Asuntos Políticos.

2.1. POLÍTICA Y SOCIEDAD

El 27 de agosto Luis M. Sánchez Cerro viaja a Lima y es bien recibido por el pueblo limeño por haberse sublevado y derrocado al régimen dictatorial del Perú. “Ya en Palacio de Gobierno, Sánchez Cerro retira las sublevaciones al periodismo oficial. Crea el Tribunal de Sanción para juzgar a Leguía y sus principales colaboradores, deroga la Ley de Conscripción Vial recibiendo la aprobación y respaldo del pueblo peruano; devuelve el diario La Prensa a sus antiguos dueños. Uno de sus objetivos de este gobierno era eliminar a la “burocracia leguiísta” para así controlar el Estado y la población con medidas populistas, con mayor demagogia y eliminando del plano político al APRA, que en esos tiempos manejaba una retórica de izquierda.

El APRA, en la década del 30, tenía una gran convocatoria de masas, cosa que alarmaba a las clases dominantes del país; por tanto era importante para el gobierno su erradicación. Ante la agitación social creciente, especialmente la de origen obrero, Sánchez Cerro disolvió, en noviembre de 1930, la Confederación General de Trabajadores del Perú C.G.T.P., fundada por José Carlos Mariátegui, después de la declaración de un paro general. La disolución de la CGTP fue una acción hecha por el gobierno en el marco de la realización de un congreso de trabajadores en La Oroya, donde representaron a la Komintern, Eudocio Ravines y  Esteban Pavlevitch. Inclusive la Komintern anunció la revolución obrera en el Perú.

Los opositores a la Junta Militar acusaron a Sánchez Cerro de ser civilista, generando una presión tal que obligó a Sánchez Cerro a renunciar a la jefatura de la Junta Militar pero con la intención de presentar su candidatura a la presidencia. Un sector del grupo civilista se opuso, entre ellos Manuel J. Bustamante de la Puente, David Samanez Ocampo; el general Pedro P. Martínez incluso llegó a sublevarse en el Callao.

Sánchez Cerro renunció ante la Asamblea Nacional oligárquica, entregando el poder al arzobispo Holguín, luego a Ricardo Leoncio Elías, luego al comandante Gustavo Jiménez y por último se formó la Junta Civil del Sur (Arequipa) presidida por David Samanez Ocampo. Mientras tanto, Sánchez Cerro de dirigió a Europa.

La Junta Civil del Sur, dirigida por  Samanez Ocampo elabora el anteproyecto de Estatuto Electoral donde se hacía presente, la garantía del voto secreto y la obligación de sufragar a los varones que sepan leer y escribir; también estableció la independencia del Jurado Nacional de Elecciones, organismo muy manipulado durante la Patria Nueva de Augusto B. Leguía.

Al regreso de Sánchez Cerro de Europa, La Junta convoca a elecciones donde destaca la Unión Revolucionaria, de reciente formación y con características fascistas, y el Partido Aprista Peruano. Sánchez Cerro, candidato de la Unión Revolucionaria, tenía el extraño prestigio de haber derrocado a Augusto B. Leguía, además de ser un exaltado nacionalista. Haya de la Torre era el candidato del APRA, el otro líder estudiantil, por su demagogia tenía el apoyo de la clase media y de una parte del proletariado (trabajadores agroindustriales).

El 11 de octubre de 1931, en las elecciones sale ganador Sánchez Cerro con 152062 votos. El candidato aprista declaró fraude electoral, iniciándose así una fuerte lucha por el poder entre la Unión Revolucionaria y el Partido Aprista, que incluso llegó a ensangrentar nuestro país.

2.2. SITUACIÓN ECONÓMICA

Los sucesos políticos de esta década turbulenta era el reflejo de los problemas económicos que se vivía por la gran depresión del capitalismo.

Las exportaciones de materia prima disminuyeron considerablemente generando desempleo, paralización de obras públicas, etc. Un hecho importante fue la quiebra del Banco del Perú y Londres que comprometió a la gran parte de la industria en el Perú.

Cuando se encontraba en el gobierno Samanez Ocampo, éste negoció la llegada al país de la Misión Kemmerer (EE.UU.) para hacer algunas reformas en la economía peruana. La misión Kemmerer trabajó durante el gobierno del electo Sánchez Cerro, elaborando una receta económica que recayó sobre la espalda del pueblo peruano, es decir se pretendió salir de la crisis aplicando más impuestos al pueblo, algunos de los cuales, subsisten hasta hoy como el impuesto a la renta, a las remuneraciones, etc.

3.       GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE LUÍS M. SÁNCHEZ CERRO (1931 – 1933)

Ganadas las elecciones por la Unión Revolucionaria, según las autoridades, Sánchez Cerro asumió la presidencia en forma legal y reinicia su gobierno a favor de los latifundistas y la  oligarquía agroexportadora. Hacendados como Aspíllaga, Miro Quesada y otros apoyaban a este presidente, no por afinidad política, sino porque era el único individuo que podía dirigir una campaña para frenar el movimiento de protesta social. Esto se observó con claridad ante gestos de racismo, superioridad y desplantes que la oligarquía hacía a Sánchez Cerro en las reuniones sociales, por ser de origen humilde y de piel trigueña.

3.1. POLÍTICA SOCIAL

Con el fin de iniciar una gigantesca campaña de represión, el Gobierno promulgó una serie de leyes de excepción, entre ellas la Ley de Emergencia que sirvió para imponer el orden público mediante multas, confinamiento, suspensión del derecho de reunión, la clausura de centros de estudios, como la Universidad de San Marcos y otras instituciones. A pesar de las leyes de excepción, las rebeliones, huelgas y protestas continuaban en todo el país. Por ejemplo:

1.       Se subleva el comandante Gustavo Jiménez, “el zorro” en Cajamarca (marzo de 1932), proclamándose Jefe Supremo de la República, pero debido a la falta de apoyo fue derrotado (ante el fracaso se suicidó).
2.       Se amotinaron  los tripulantes de los cruceros Grau y Bolognesi, situación que fue controlada con un saldo de 8 marineros fusilados, con previo juicio ante la Corte Marcial.
3.       El 8 de mayo de 1932 se clausuró la Universidad de San Marcos por la constante agitación estudiantil.
4.       Desde diciembre de 1931, el Partido Aprista, dirigido por Haya de la Torre, planeaba con el comandante Beytia  y el coronel García Godo el ascenso al poder mediante un  “Putsch” (golpe militar con apoyo social), intentando emular a los conocidos partidos fascistas de Europa.

El 7 de julio de 1932 trabajadores de la hacienda Laredo y alumnos del colegio, dirigidos por Manuel Barreto, el Búfalo, tomaron el cuartel O'Donovan de Trujillo, con la toma del cuartel, la ciudad se encontraba a merced de los apristas quienes nombraron prefecto a Agustín Haya de la Torre. El Gobierno, para recuperar la ciudad, envió al mayor Alfredo Miro Quesada, quien fue repelido, posteriormente fue enviado el coronel Ruiz Bravo, cuyas tropas bombardearon Trujillo y tomaron la ciudad.

La represión se hizo tan fuerte que terminaron fusilados centenares de personas en Chan Chan.

Este conflicto entre el APRA y el gobierno sanchecerrista fue un problema entre dos agrupaciones políticas Partido Aprista y la Unión Revolucionaria por el predominio en la escena política.

El APRA era un partido político organizado por la clase media, con respaldo popular y que había asumido una retórica revolucionaria con algunos modelos de la Revolución Francesa como el canto de La Marsellesa, que hasta hoy entonan. En cambio la Unión Revolucionaria era un partido político que tenía el respaldo de la clase dominante peruana (latifundistas) y empleaba la demagogia bajo una orientación política, militar e ideológica fascista.

Ante estas constantes revueltas y sublevaciones, el gobierno decidió declarar el 14 de marzo de 1933 como “traidores a la Patria” a quienes atenten contra el orden constitucional.

Constitución de 1933: en 1931 David Samanez Ocampo designó una comisión presidida por Manuel Vicente Villarán, para preparar un anteproyecto de Constitución Política. Luego se formó la Comisión de Constitución presidida por Clemente Revilla para su implementación: el 9 de abril de 1933 se promulgó la Constitución Política que constaba de 236 artículos; rigió hasta el inicio del gobierno de las fuerzas armadas que promulgó su estatuto revolucionario.

Esta nueva Constitución Política redujo el poder del Jefe de Estado (Presidente) y se ampliaron las facultades del Parlamento. Proscribía la reelección y no permitía el sufragio, sino a varones alfabetos de más de 21 años.

3.2. ECONOMÍA

De la economía peruana, en especial de las finanzas, se encargó la Misión Kemmerer, dirigida por Edwin  Kemmerer, para realizar una reforma monetaria y bancaria. Este grupo, integrado por profesionales norteamericanos imbuidos de los planteamientos de J. M. Keynes, tenía que ser contratado por los gobiernos latinoamericanos que se formaron tras la crisis de 1929.

1.       Reforma Monetaria: Se estabilizaba el Sol de Oro con un valor de 42.1264 centigramos de oro, equivalente a 28 centavos de dólar, para evitar la baja de la moneda por la disminución de las exportaciones e incrementó del valor de las importaciones, que produjo un déficit en la balanza comercial e incremento de servicios de la deuda externa.
2.       Implementación del Banco Central de Reserva del Perú, en reemplazo del Banco Central de la época del Oncenio, bajo los mismos lineamientos que los del Banco Federal de Reserva de los EE.UU.
3.       Ley de los Bancos: Con esta disposición financiera se normaban las operaciones de las entidades bancarias y las relaciones que debían mantener, en las distintas partidas de su activo y pasivo.

3.3. CONFLICTO CON COLOMBIA Y ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO

Con la firma del Tratado Salomón – Lozano (1922) se entregó a Colombia amplios territorios. Sin embargo, la población loretana se opuso categóricamente a este acto entreguista, por ello el 1° de septiembre de 1932 un grupo de ciudadanos loretanos, dirigidos por el ingeniero Óscar Ordóñez, tomaron Leticia reduciendo a la guarnición colombiana.

Después de la toma de Leticia se sucedieron una serie de reclamos por parte de Colombia. Hubo también varios enfrentamientos. El gobierno peruano, dirigido por Sánchez Cerro, pretendió organizar una campaña militar para recuperar Leticia y el  Trapecio Amazónico en medio de las constantes movilizaciones populares; con esto, el  Gobierno pretendía ganar el respaldo y la unidad nacional en torno al Presidente.

El 30 de abril de 1933, después de pasar revista a 30 000 efectivos dispuestos a ser movilizados hacia la frontera con Colombia, se produjo un atentado perpetrado por un militante aprista, llamado Abelardo Mendoza Leyva, que ultimó al presidente Sánchez Cerro.

“Las revueltas militares alentadas por dirigentes apristas continuaron ininterrumpidamente, pero en todos los casos fracasaron porque en ellas faltaba la presencia popular, sea por indicación expresa de la jefatura partidaria o por la desmoralización resultante de los sucesivos fracasos. Pero estos frustrados intentos sirvieron para que en el ejército se forjara un “espíritu de cuerpo” basado en el anti-aprismo haciendo posible que la lucha de clases derivara en un prolongado enfrentamiento entre el ejército y el APRA.

Esta confrontación alcanzó su presente más álgido cuando en 1933 Sánchez Cerro fue asesinado.

La asamblea constitucional depurada otorgó de inmediato al mando presidencial al general Benavides, a fin de impedir el desarrollo de un vacío político que pudiera aprovechar el APRA. Benavides se encontró con un panorama político bastante complejo: en el orden internacional el Perú enfrentaba un conflicto con Colombia por problemas fronterizos: en el interior del país la crisis económica motivaba a la protesta popular y la oposición organizada del APRA. (Cotler, Estado y Nación – 1987).

En medio del desconcierto, los militares allegados al presidente atraparon a Mendoza Leyva y lo mataron en el acto.

El Consejo de Ministros asumió el poder Ejecutivo el mismo día del asesinato. En una hora se reunió el Congreso y eligió Presidente a Óscar R. Benavides, militar ligado a la oligarquía civilista.

4.       ÓSCAR R. BENAVIDES (SEGUNDO GOBIERNO 1933 – 1939)

Con el ascenso de Óscar R. Benavides, General en Jefe de las Fuerzas Armadas, el nuevo Gobierno aplicó medidas para estabilizar el sistema ante las luchas sociales, buscando la concentración política interna y ayuda externa (inversiones). Entra algunos hechos tenemos:

4.1.  POLITICAS SOCIALES

El 9 de agosto de 1933 se promulgó la Ley de Amnistía General para lograr una componenda política entre los partidos y el Gobierno, esta ley consideraba la liberación de presos políticos, reapertura de locales de los partidos, prometía restablecer todas las libertades públicas, etc.; la ley benefició, principalmente, al Partido Aprista que pudo actuar legalmente publicando periódicos y revistas, organizando a la juventud y a un sector de la clase obrera. Todo esto se sintetizó en su lema de gobierno: “Orden, progreso y trabajo”. El fascismo que estaba muy desarrollado en Europa también influyó en el ámbito político peruano, surgiendo una corriente pro-fascista. Destacó el Partido Unión Revolucionaria, que tuvo mucho protagonismo durante el gobierno de Sánchez Cerro. Luís A. Flores, máximo líder de esta agrupación, sostenía que debía haber hermandad entre capital y trabajo para evitar los conflictos de clases en la sociedad.

José de la Riva Agüero, hombre ligado al gobierno, fue un intelectual profascista quien planteó que la doctrina fascista obedece a una “revolución moral”. Además propone el “mestizaje” en el Perú como solución histórica e ideológica para acabar con las luchas de los campesinos. Sin embargo, era difusor del expansionismo más soberbio.

Otro fascista fue Raúl Ferrero Rebagliati, autor de la idea de un Estado Nacional Corporativo, para mantener la jerarquía social, económica y política.

¿Por qué surge el fascismo?
El fascismo es una ideología burguesa antidemocrática que surge como consecuencia de la crisis del capitalismo que agudiza la miseria de las masas trabajadoras es financiado por ciertos grupos interesados: clases dominantes o grupos de poder que quieren detener la movilización social de los trabajadores (obreros, campesinos, etc.) y evitar una revolución.

El fascismo pretende controlar la reivindicación de los derechos de las clases trabajadoras a través de la manipulación ideológica (en el caso peruano), con un seudo nacionalismo y catolicismo) y la represión policial-militar contra los opositores políticos.
Generalmente el fascismo está al servicio de grupos de poder económico (burguesía y latifundistas) actuando sin respetar las leyes de los sistemas políticos demoliberales establecidos por la misma burguesía dominante, pero en crisis por problemas económicos.

El fascismo significa también obediencia ciega a “caudillos que nunca yerran”, es amor enfermizo por la patria (chauvinismo) donde se exalta la violencia y el odio contra aquello que significa cambio o progreso social; por otro lado es anticientífico, pasadista y retrógrado.

En conclusión, el fascismo es la irracionalidad que entra en la escena política y social con el respaldo y/o financiamiento de las clases dominantes para evitar el desarrollo social.

La concertación política, buscaba mediante la Ley de Amnistía General, no dio el gobierno de Benavides buenos resultados. El APRA sacó provecho de las movilizaciones obreras para oponerse al régimen y obtener presencia política. El gabinete Riva Agüero ordenó fuertes medidas para detener las movilizaciones obreras y sacar de la escena política al APRA.

Usaron métodos represivos, inspirados en el fascismo europeo:

§  Se contrató una misión policiaca italiana para instruir a los Cuerpos de Seguridad y a la Guardia Civil.
§  Se creó un batallón de asalto encargado de disolver las manifestaciones populares y proteger a personajes políticos oficialistas.
§  Utilizaron el asesinato político.

Con el fin de separar a la clase proletaria de los partidos políticos y controlarla, el gobierno de Benavides dictó medidas populistas asistencialistas como:

§  Construcción de comedores populares.
§  Seguro Social Obrero obligatorio, aunque no fue extensivo a todo el territorio, se aplicó a un sector de trabajadores muy reducido, no se asistía a los ancianos pero incluía la construcción de un hospital obrero.
§  Creación de una Dirección de Trabajo para resolver los conflictos laborales.
§  Continuación del a política vial iniciada por Leguía para ocupar a los desempleados: Carretera Panamericana (Tumbes-Tacna), carretera Central (Lima – Tingo María), etc.

Otras obras fueron: reconstrucción del Palacio de Gobierno, culminación del Palacio de Justicia (constituye copia del Palacio de Justicia de Bélgica), como anécdota se cuenta que al inaugurarlo, Benavides exclamo: ¡Oh que buen palacio para tan poca justicia!

Óscar R. Benavides asumió el Gobierno por elección del Congreso para que culmine el mandato de Sánchez Cerro (1931-1936). Por lo tanto, en 1936, se convocó a elecciones presidenciales. Los candidatos más destacados fueron: M. Vicente Villarán (Partido Nacional Agrario), Jorge Prado Ugarteche (Frente Nacional), Luis Antonio Aguiguren (Partido Social Demócrata) quien tenía el respaldo del APRA, etc. Las elecciones fueron anuladas, arguyéndose que Luis Antonio Eguiguren tenía el voto aprista, partido que estaba declarado fuera de la ley desde 1934 y que había organizado fallidas intentonas golpistas de tipo fascista (“Putsch”). Óscar R. Benavides, entonces, prolongó su mandato hasta 1939.

4.2. REALIDAD ECONÓMICA

Las exportaciones de materia prima disminuyeron debido a la crisis de la economía mundial, conocida también como la “gran depresión”, fue la causa por la cual los empresarios de las haciendas azucareras y centros mineros despidieron a cientos de obreros; se perdió crédito externo y se contrajo el flujo comercial y monetario.

A mediados de la década del 30, el sistema capitalista mundial empieza a estabilizarse repercutiendo favorablemente en la economía peruana, muy especialmente en el sector de exportación tradicional.

(*) Extracto tomado del texto “Historia del Perú” por ADUNI 2001


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